Dedicada a mi mujer  Mª Dolores Muñoz Oteo,

en el día de nuestro cincuenta aniversario de casados

Girona, Septiembre del 2.004                                                    Autor : Pausilipo Oteo Gómez 

  Tu sabes bien que te quiero

desde que te vi bailar

en la fiesta de Muñecas

con un mozo del lugar.

 

  No se que llegó a mi mente

no lo puedo imaginar

algo que con esta pluma

es imposible explicar.

 

  Eras para mí, lo digo,

la más guapa y mejor plantá

con tus diez y ocho años

eras digna de admirar.

 

  Tampoco a mi me importó

la diferencia de edad

porque sabía muy bien

a donde poder llegar.

 

   Mi imaginación llegó

a un día primaveral

viéndome coger la rosa

la más bella del rosal.

 

   Con todo lo que aquí he dicho

no he hecho  más que empezar

ve remos si a la muralla

se la puede conquistar.

 

   La competencia era grande

no se la puede negar

que tenía opositores

para coger y dejar.

  A mi nada me importaba

casi me alegraba más

lo que más cuesta más vale

y eso me animó a luchar.

 

   Con ocasión de la fiesta

de nuestro pueblo natal

me  adelanté  hacia ella

para invitarla a bailar.

 

   Hablamos de algunas cosas

sobre la fiesta y demás

no me quise extender mucho

era mejor esperar.

 

  Y cuando aquellos gaiteros

empezaban a tocar

para poder conseguirla

tenías que espavilar.

 

   Algún mozo más había

para sacarla a bailar

pero en aquel momento

yo a su lado estaba ya.

 

  Aquellos tiempos lejanos

que invitan a recordar

la ilusión que se tenía

y que siempre seguirá.

 

  Mientras nos dure la vida

pasajera, es verdad

seguirá  aquella ilusión

que nos da alegría y paz.