EL  TIMO   DE  LAS   LIMOSNAS

 Por  Pausilipo Oteo  Gómez

        El mundo de la picaresca no conoce límites y se adapta a las condiciones de tiempo y lugar, lo mismo que una serpiente a las ondulaciones del terreno.  Con ocasión  de hablar personalmente con un experto timador, con más de 25 años bregando en el mundo del hampa; quedé maravillado de la forma de actuar de estos grandes truhanes.  No regatean  en los medios a emplear para llevar  adelante sus acciones sin importarles lo más mínimo las lágrimas de sus víctimas una vez descubierto el engaño.

     Vengan conmigo  amables lectores al teatro de la vida  y veamos como desempeñan su papel cada uno de estos actores normalmente, el listo, el tonto y la víctima .

     Son las 9 de la mañana del sábado día de mercado en la capital, los coches de línea afluyen  de diferentes pueblos de la provincia. Nuestros dos personajes están al  acecho para seleccionar a la posible víctima. Cambian impresiones los dos sobre un sujeto , que por su indumentaria, tiene pinta de labrador,  le siguen por diferentes calles y al llegar cerca de la plaza del mercado en un lugar de poco tránsito..........

        Le llama la atención el  “ tonto”.- oiga, buen hombre, ¿ me haría el favor un momento?, ¿ sabe  Vd. dónde esta la calle del Olmo que vive un notario que se llama  Martínez?

--Pues no lo sé  Sr. No soy de aquí. –contesta el labrador.-

     Pero en ese momento se atraviesa el listo por allí, - Como si  nunca se hubieran visto –

---A lo mejor este  Sr. lo sabe – dice el tonto mirando al  listo—Podría decirme, por favor, si conoce Vd.. o podría indicarme donde está la calle del Olmo , en la cual vive un notario que se llama Martínez?

  --Si, se halla cerca de aquí; es un notario que se dedica a herencias o cosas semejantes.

- -Eso creo  según me dijo mi padre- dice el “ tonto” medio lloriqueando.

     En estas medias  el “listo” ha sacado un paquete de tabaco  y acto seguido le invita al “ labrador” con el fin de entretenerle; momentos que aprovecha el “tonto” todo triste y medio llorando para sacar a relucir  su bien preparada fábula.

--Es que, buenos señores, tengo un caso que es muy difícil. Yo he venido de América, ¿saben? y he dejado a mi padre casi en las últimas y me ha mandado que viniera a esta capital con un millón de pesetas  ( enseñando un sobre lleno de billetes de mil a primera vista , pero que en realidad no tiene más que  dos buenos ), se conoce que en su juventud, hizo alguna cosa mala por aquí  y como ha ganado tanto dinero, y la conciencia parece que no la tiene tranquila, quiere que esto ( señalando al sobre ) se reparta por esta capital en limosnas para los más necesitados, me ha dado las señas del notario Martínez y también una escritura ( sacándola , que parece de verdad con pólizas y todo ) en la cuál  se indica que se puede quedar con el  25% por el tiempo que perderá en repartirlo  entre las personas que más lo necesiten.

-No se ponga de esa manera  Señor,  todo se puede arreglar. vaya a ese bar y se   tranquilice – le dice el “listo”. Y sin dejarle al labrador  tiempo para  reaccionar,  sigue hablando el  “listo”;-luego ya le ayudaremos nosotros a buscar a ese Sr..- Ahora me viene una cosa a la cabeza  ,¿ por que no convencemos a este  que parece “tonto” y eso que tiene que hacer el notario lo hacemos nosotros¿ , yo, sigue diciendo el listo, por mi parte estoy dispuesto y si Vd, quiere no hay más que hablar, que no todos los días  se mete uno en el bolsillo tanto dinero, por tan poco trabajo y además haciendo el bien. ¿No dijo si no entendí mal que en la escritura dice  que el  notario se puede quedar con el  25 % ¿. Si  así dijo,( musitó el labrador ) ¿ Que le parece a Vd.?, claro con que le podamos convencer.    

 - Pues se lo podemos decir haber que pasa,        

A una señal  del listo ( que el labrador no ve ) ya que el “tonto” desde el bar no les quita la vista, se acerca este a los dos.

 Que tal Sr. ¿ está más tranquilo? – Es el listo el que habla--

Creo que estoy un poco mejor, -- Dice el “tonto” restregándose los ojos como de haber llorado-.

- Oiga buen hombre, ¿ no podríamos hacer este Sr. y yo  lo que tiene que hacer ese que busca ¿;

- El tonto tarda unos segundos en contestar  moviéndose de un lado para otro – A mi por mi parte, me da igual, ya que en la escritura viene como se tiene que hacer, lo que quiero es quitármelo de  encima lo antes posible, pero hay una cosa importante que Vdes. lo comprenderán ; yo,  para entregar esto ( señalando al sobre) a personas desconocidas tengo que saber que tienen dinero, por que a lo mejor se quedan con todo

     ( volviendo otra vez a sacar el sobre que al labrador  le parece no haber visto nunca tantos billetes juntos).  Y esto, según mi padre debe repartirse en limosnas menos el  25% para quien lo haga, ya lo pone la escritura bien detallado, decía que tengo que saber que  tienen dinero para entregárselo

     -Pues  mire, (dice el listo) yo aquí tengo 80.000 pesetas, sacando un sobre que parecía lleno de billetes de mil , teniendo buen cuidado  de que el labrador crea que son de verdad todo el fajo.

        Llegado aquí, la víctima, si no ha oído contar nada semejante, ya no ve  más que la cantidad de billetes que le van a corresponder, no es que les echen polvos como algunos  creen, según la confesión de  algunos que han pasado por ese trance,  pierden los nervios  y actúan como autómatas y si se prepara bien el  “timo” es muy difícil que haya persona que no pique. ( siempre bien entendido, si anteriormente no ha oído nada referente a esta clase de trucos

--Yo aquí no tengo más que dos mil pesetas, pero en mi pueblo puedo tener hoy mismo también 80.000 pesetas.

--¿ Cuanto tiempo podrá tardar en venir aquí con ellas?

--En dos horas o menos , si encuentro un taxi que me lleve.

--( El listo dirigiéndose  al “tonto”) ¿ puede Vd. esperar lo que dice este señor?

--Si lo dice él y como parece buena persona, esperaré ; pero más de dos horas no; porque  luego se me hará tarde para marchar y como no conozco esto, a lo mejor me pasa alguna  cosa.

--Pues ya sabe usted señor, dentro de dos horas  le esperamos en ese bar

--Procuraré venir lo antes posible.( dice el labrador con la cara colorada por la excitación.)

      Llega a la primera parada de taxis , toma uno y con el chofer no habla ni una palabra hasta que no llega a  su pueblo, llegados a este momento solamente le dice que espere hasta su regreso.  En su casa coge el talonario de  cheques y sin decir a nadie nada, se llega al banco, saca las 80.000 pesetas (hasta donde llega la obcecación), monta en el mismo taxi y a la capital.

     Una vez que labrador  se marchó a por el dinero, los dos truhanes, no las tienen todas consigo por que han sido un poco exagerados, pero de todas las maneras se preparan para recibirle caso de que vuelva y por si viene acompañado de la Policía están un poco distanciados del bar y separados, que según las circunstancias  se pueden separar más o juntar  sin que les vea la víctima.

     Sin  haber pasado el plazo señalado, ven que se acerca al bar un taxi y que de él solamente baja  el labrador, ellos a una señal se reúnen una vez que se ha marchado el taxista, llegando al bar donde la víctima ya les está esperando todo acalorado.

--Pensaba que se habían  marchado.

--Pues no, hemos ido  a que este señor se sosegara un poco dándose un paseo.

--Ya lo tengo aquí ( tentándose  el bolsillo) son 80.000 pesetas justas

--Bueno, mire, para hacer las cosas bien, vaya a comprar una caja pequeña de caudales.

Marcha el labrador a comprar la caja y vuelve seguidamente.

---El listo manda a la víctima que abra  la caja, pero éste , no acierta por el nerviosismo.

-- Deje, que la abra yo,  Una vez abierta, --Bueno, señor, ( sigue diciendo el listo mirando al “tonto”) traiga la  escritura y los billetes para meterlos dentro.

--Que pena me da , haber si lo reparten como dice la escritura, y así mi padre quedará tranquilo  y podrá morir en paz. Todo esto lo dice con cara lastimera..

--Mire señor ,aquí meto la escritura y el millón de pesetas,  y las 80.000 mías  ahora lo suyo por favor, para meterlo todo junto.

--Tome, hay 80.000 pesetas justas, una vez metido todo dentro de la caja fuerte (dice

el listo al labrador.) Ahora Vd. se lleva la caja y yo la llave y mañana cuando quiera nos vemos para distribuirlo.

        Este es le momento más importante  del  “timo de las limosnas” los timadores se colocan de tal forma que al dar el cambiazo  el timado no se entere, en el caso que nos ocupa, la situación fue la siguiente: El listo, coge el paquete de billetes que le da el labrador, se pone de rodillas para meterlo, pero  en ese momento se la cae al tonto una caja de cerillas  por el lado izquierdo del listo, al cogerla , le da al “tonto” el paquete de billetes  y en ese momento es cuando da el cambiazo, y en su lugar ha metido algo que parecía, cerrando la caja seguidamente.

--Ya está aquí todo ( señalando a la caja) , ahora Vd. se lleva la caja ( le dice al labrador) y yo la llave, cuando quiera , hoy o mañana, nos vemos en un sitio tranquilo para hacer dos partes iguales, ya sabe que lleva 1.160.000 pesetas.

 --Si Vd. quiere venir a mi casa, estas son mis señas ( dándole al listo un papel en el cual están escritas.

  -- Será lo mejor, ¿ le parece  que nos veamos a las  9 horas

 --Bien me parece, allí le espero.

         Mientras tanto el  “tonto” que está oyendo esta conversación no para de lloriquear y cuando llega el momento de la despedida, les da las gracias, diciendo una vez más, que lo repartan  equitativamente entre los más necesitados, ya que esta es la voluntad de su padre, y seguidamente dice que se va  a coger  el tren, diciendo que tiene miedo no le pille la noche por sitios que no conoce.

--Que lo pase bien  Sr., no se preocupe, esto corre de nuestra cuenta

        El “tonto” se marcha y seguidamente hace lo mismo el “listo” después   de una despedida de hasta mañana a las 9  horas.

--El labrador al quedarse solo , cree de buena fe que tiene en la caja  1.160.000 pesetas, por lo tanto la mete debajo el brazo medio escondida

--¡Que gente tan buena hay por el mundo! . Dice  con el pensamiento

         Todo contento y alegre se llega a la primera parada de taxis , sube al primero que encuentra y da la dirección de su pueblo; mas,  sin haber hecho la mitad del trayecto, una idea la gira por la cabeza, piensa  que no es posible que den tanto por hacer tan poco, con este cavilar , llega a su pueblo, baja del taxi, y una vez en su casa , la impaciencia no le deja tranquilo, sin pensarlo más, busca una barra de hierro y seguidamente descerraja la caja y cual sería su sorpresa, disgusto y llanto, cuando en su interior se halla, en vez del dinero, dos sobres con recortes de periódicos y una novela de bolsillo. A la mañana siguiente después de pensarlo mucho durante toda la noche, en el primer coche de línea viene a denunciarlo a Comisaría de Policía , con la caja dentro de un saco; yo  estaba presente  en el momento de hacer la denuncia, y no era tonto como algunos creen, ni se distinguía de cientos de miles que andan por la ciudad ; se lamentaba una y otra vez:--Ayer lloraba aquel que parecía medio tonto, hoy tengo que llorar yo, que bien y con que talento me la prepararon, si hubiera sabido estas cosas anteriormente no me habría pasado esto.

        El mismo dijo:  estos hechos se debían de poner en conocimiento de todos los ciudadanos honrados, ya que es la única forma para que a estos vividores se les termine la bicoca, obligándoles , al no haber ingenuos a quien  timar, a  que se dedicaran  a otros medios de trabajo sin tener que perjudicar la prójimo.

Firmado: Pausilipo Oteo Gómez