El Maestro de Orillares ( Sobre un suceso en Julio de 1.936 en un pueblo de Soria) |
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Entre las cabras y ovejas tres años yo me he pasado; fueron los tiempos de guerra de sustos y sobresaltos.
Los huidos se veían por los montes y sembrados con hambre y sed de Justicia y arrastrando sus harapos.
Muchos salieron un día de sus casas camuflados, pensando todo sería en poco tiempo acabado.
La camioneta fantasma daba vueltas sin descanso y los siniestros estaban intranquilos y acosados; siempre con un ojo abierto para evitar ser cazados. ****** Al Maestro de Orillares la casa le rodearon; era joven y forzudo y dando un felino salto, quiso escapar. Allí estaban los "Falanges" con el fusil apuntando.
Le obligaron a bajar porque se subió al tejado él, que quería escapar, si los pilla descuidados, por barrancos y laderas a los picachos más altos; donde vuelan las rapaces y el cielo se ve más claro. |
Antes de morir sufrió un verdadero calvario. Salen a la carretera, le dicen: "¡Andando! ¡Delante la camioneta, no te vayas a los lados; que te pegamos dos tiros dejándote aquí tumbado!"
Así le llevan corriendo más que correr... galopando. Su corazón no resiste. Sus piernas están temblando. Ya llegan a "la Somaílla"; el pinar se va espesando... prueba suerte... y con un un salto que más parece el que dio un día Alvarado, sale de la carretera y más que correr, volando se mete entre las estepas pensando que está salvado.
Los que hay en la camioneta todos están disparando; ya no se puede mover, ya todo se ha terminado.
Los falangistas se marchan dando "¡Vivas!" y cantando; sin pensar que atrás se dejan... ¡muchos ojos sollozando!
FIN Autor: PAUSILIPO OTEO GÓMEZ Gerona, Febrero, 1.988 |