L A    C R I S I S    D E    I R A K

(El vaquero temerario contra el león de Bagdad)

Autor: mi amigo UBALDO GÓMEZ

El Vaquero

El León

Está el Sr. Bush cabreado

y le suda la camisa,

todavía no ha logrado

atacar a Irak deprisa.

 

Se dice que el gran vaquero

apenas come ni duerme

 y ha pasado el mes de Enero,

aunque con armas, inerme.

 

Powell, jefe de halcones,

hombres al Golfo ha llevado

y de tanques y aviones

todo el desierto ha llenado.

 

Lo de las Torres Gemelas

 fue el comienzo de la traca

 y recobradas sus fuerzas

el Imperio contraataca.

 

Pero dos socios de Europa

le han salido respondones,

 no quieren mandar su tropa

aludiendo mil razones.  

 

 Alemanes y franceses,

lo sabemos por la Historia,

 enemigos otras veces

son ahora novio y novia.

 

 Mas esto no importa a Bush,

ni a Tony el de Gran Bretaña,

pues se ha unido al autobús

 el P.P Mari de España.

 

En vez de imitar a Francia,

Jose Mari el del bigote,

concediéndose importancia

empieza a correr al trote.

Y Hussein mientras tanto,

queriendo hacerse el honrado,

a inspectores de ONU y NATO

ver su país ha dejado.

 

Pero como es un pillín

sólo les deja ver algo,

pues le apoyan hasta el fin

sus ministros y vasallos.

 

¿Sabéis lo que Saddam dijo

a Bush en cierta ocasión,

mirando a sus ojos fijo,

con aire de socarrón?   

 

Si me quitas el petróleo

habrá guerra para rato

y acabarás en el hoyo

aunque te ayude la NATO,      

 

Esas armas que tu dices

que dicen que tengo yo

no matan ni codornices,

eso te lo digo yo.

 

Si las armas de Saddam

son de destrucción masiva,

¿hay razón para pagar

a más de la guerra el IVA?

 

¿Y por qué nadie se atreve

a decirle al señor Bush   

-Esas armas que refieres

tan sólo las tienes tú?

 

Está en vilo todo el mundo

con el miedo hasta el cogote,

pues todo es más tremebundo

que el famoso chapapote.

Y la ONU no se aclara,

como tampoco la NATO

y mientras Bush se prepara

se lo están pensando un rato.

 

Todo el 15 de Febrero

hubo manifestaciones,

fue clamor del mundo entero,

pero, ¡vanas ilusiones!

 

El vaquero no hizo caso,

y el árabe se hizo el sueco,

para darse de tortazos

sólo están buscando un hueco.    

 

Entretanto, el mundo árabe

aunque está muy dividido

prepara sus kamikaces

porque está muy ofendido.

 

Yo, ni un momento dudo,

los americanos quieren

apoderarse del crudo

que los iraquíes tienen.

 

El pueblo de Babilonia

y el Paraíso perdido

se hallaban en esta tierra

que se llenará de tiros.

 

¿Cómo acabará este asunto?

¿hay alguna solución?

no sé, pero yo barrunto

que se armará un gran follón. 

 

A mí se me ocurre un plan,

que Aznar diga a Hussein:

¡váyase señor Saddam!

y el mundo podrá vivir.

    FIN             Febrero del 2003